Nunca me han gustado las navidades…ni la obligación de estar de buen humor, porque así lo exigen la Tradición, el Fariseísmo, y la Moral Cristiana… Creo que con mi padre murió el espíritu navideño en nuestra casa, quizás para siempre… Es tan frío, y tan duro, el pasar las navidades solas en casa, que siempre que podemos nos vamos las dos al pueblo, para estar con la familia. Y llevaba más de tres semanas sin ver a Claudia…
Un día extraño, como otros muchos, donde el tiempo no pasa, se estanca en el mismo momento, minuto y segundo... Estoy un poco cansada, como siempre, de ser lo que no soy... Y de no saber al mismo tiempo ni quién soy... Comenzar el día, abrir las cortinas, sentir el terciopelo negro en las manos, observar las pequeñas motas de polvo danzar en el aire de la mañana… Acercarme a los visillos blancos, y sentir el calor del sol sobre mi cuerpo, darme cuenta del despertar de la conciencia… Abrir lentamente los ojos al mundo, disfrutando, de la cálida y perezosa mañana, y soñar con otros brazos que enlacen mi cuerpo…
Por la mañana, después de la ducha que me conecta de nuevo con el mundo de los vivos (y antes del primer café del día), con la toalla arrollada en torno al cuerpo, repaso los siguientes movimientos, y decido cómo será la jornada... Siempre dejo lista la ropa del día anterior en la silla de mi dormitorio o en el baño que compartía con mi hermano, pues de lo contrario, me cuesta mucho decidirme...
Hoy, el espejo me devuelve una carita de payaso, tal vez de mimo, y sobre el reflejo del azogue superpongo los tonos blancos y negros, para crear algo que parece el hijo bastardo de Kiss y de AC/DC... Por supuesto, estos colores existen solo en mi imaginación, pero me pregunto qué pasaría si me maquillase así para ir a la facultad... ¿Me daría la gente monedas en el metro, si realizo una "performance" en Ciudad Universitaria? ¿Me dejarían pasar a clase los bedeles? ¿Alguien, o algo, ya fuese animal, vegetal o mineral, notaría el cambio? ¿Sería más "popular" entre los chicos? ¿O entre las chicas? ¿Quizás entre aquellas criaturas extrañas y asexuadas que pueblan los sótanos de la facultad?
No me digas que no los conoces… son uno de los secretos peor guardados de la UCM, después de la película de Amenábar. Debajo de la facultad de ciencias de información se encuentra ubicado el acceso a viejos túneles que datan de la Guerra Civil, y también diversos almacenes subterráneos, que han sido utilizados por varias generaciones de ocupas como lugar de reunión clandestina, especialmente en los últimos años de la dictadura franquista. La entrada es bastante sencilla, y está ubicada en los aledaños de la cafetería. No hay demasiado que ver, puesto que se han producido filtraciones desde los servicios de la planta baja que han degradado mucho el hormigón. También se conservan los restos de un búnker, protegido por sacos terreros, y en determinadas secciones de los túneles, que fueron construidos a gran profundidad, permanecen las huellas de los impactos de bala, y de las granadas. Extrañamente, jamás se han producido actos de vandalismo en los túneles ni en las naves, quizás por la impresión de estar en un territorio vedado…
Hoy, me siento tan perdida en mi cuerpo como los habitantes de esos túneles, reales e imaginarios… Ocultaré mis sentimientos detrás de mil capas de polvos de talco imaginarios... Pondré buena cara, y seré amable, y saludaré a todo el mundo, y cederé el asiento en el metro a las personas de siempre... Procuraré ocupar poco espacio, y no hacerme notar mucho... Y, en el fondo, casi desde el primer parpadeo, estaré marcando mi objetivo: volver a casa, comer algo, dormir la siesta, leer un poco, soñar... con mis mallas descoloridas, los calentadores, el inmenso jersey de cuello vuelto... y mi carita de payaso... Que ríe y llora por dentro... Pero no por fuera...
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