sábado, 3 de septiembre de 2011

0. A MODO DE INTRODUCCIÓN


Mi nombre es Beatrice Golden, tengo veinte años y unos meses, soy Géminis, y cuando escribo estas líneas, estoy cursando el tercer año de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid… también conocida como UCM. Si mi vida se redujera a esto, sería poco interesante, ¿verdad?
Por eso, durante las siguientes páginas, te invito a que me sigas, como casi siempre has hecho, “querida lectora constante”en lo que pueden haber sido los meses más importantes de mi existencia… Empecé a escribir el blog, el tres de septiembre de 2009… Recuerdo bien la fecha, en las postrimerías del verano, con el sonido de las olas del Mediterráneo demasiado presente en la memoria, como para poder aceptar que tardaría al menos un curso entero en volver a escucharlo…
El nombre de este libro, donde recojo una gran cantidad de las historias que publiqué en el blog (y otras inéditas, que han surgido durante las revisiones de materiales), “Cansada de ser una muñeca”, no deja de ser una declaración de principios, o quizás algo más… Durante todo este tiempo, he ido desnudando mi alma a través de mis historias, y también he aprendido a conocerme mejor… Pero un buen día, me he dado cuenta de que no era suficiente con escribir en la red, que necesitaba hacer algo más, para sentirme, al menos, un poco mejor, más estable, madura, completa… Y de esa necesidad ha nacido este libro, mezcla de diario íntimo y de blog, donde lo “nuevo” y lo “viejo” se dan la mano… Supongo que ya solo me faltaría “algo prestado” y “algo azul”, si quisiera cumplir los rituales matrimoniales de los americanos… Aunque lo azul lo llevo siempre conmigo, al recordar sus ojos… y lo prestado es cada minuto que compartimos…
Muchos de estos relatos ya los habrás leído en el blog, “querida lectora constante”, y los he ordenado más o menos de la misma manera que lo hice al redactarlos… Pero también han ido surgiendo nuevas historias, comentarios, sueños y pesadillas que hasta ahora no había compartido con nadie: formaban parte de mis “archivos secretos”, mucho menos importantes, por supuesto, que los referidos  a la muerte de Kennedy…
Soy una escritora compulsiva, sabes… Algunas noches, me despierto de madrugada con una idea, un argumento, y tengo que ponerme a escribirlo, no importa el tiempo que me lleve… De lo contrario, aquella criatura a quien he privado de la oportunidad de nacer en negro sobre blanco, me sigue atormentando, y da vueltas y más vueltas en mi cabeza… hasta que la escribo, o la condeno al olvido… Casi siempre, soy capaz de trabajar de manera simultánea en dos o más “monstruitos, y raro es el día en que no escriba, aunque sea, el argumento para algo distinto… Normalmente, llamo “monstruitos” a todas mis creaciones, es un apelativo cariñoso… aunque también podría llamarlos “epis”, “blases”, “nasciturus”, y en ciertas ocasiones, “mega-pesadillas”… Son de cualquier modo algo que ha nacido en mi interior, hijos de mi imaginación desbordada y desbordante, en ocasiones con influencias externas... porque no hay nada nuevo bajo el sol… Queda más hermoso en latín… “Nihil novo sub solem…”
 Entre tus manos tienes todo lo que tengo, todo lo que soy… y posiblemente, todo lo que podré llegar a ser algún día… No, tranquilo, que esto no es una confesión general, estilo San Agustín… pues nunca he sido lo bastante religiosa como para hacerlo, sino más bien una puesta en común… entre tus recuerdos, y los míos… Ya me conoces, querida lectora constante… soy una chica sincera… con demasiadas cosas en la cabeza… demasiados sueños por realizar… demasiadas playas por recorrer a la luz de la luna… y demasiados sentimientos tormentosos en el corazón… Quizás por eso me estás leyendo…
Como en otros muchos libros, aquí llegaría el momento de precisar que “Todos los hechos, acontecimientos, organizaciones y personas que aparecen en esta obra son el fruto de la imaginación del autor, y por lo tanto, toda coincidencia con personas actuales o pasadas es fruto de la casualidad… o de la desbordante imaginación del autor”. Sienta muy bien, el leer este tipo de aviso, ¿verdad? Porque te permite mantener la debida separación con respecto a la historia, te otorga una cierta perspectiva, y sobre todo te tranquiliza… Pues bien, lamento mucho decepcionarte, porque en esta ocasión, casi todos los hechos y personas descritas existen, y son fáciles de identificar. Como mucho, he cambiado algunos nombres, profesiones, o quizás ciudades, pero el resto, pertenece a la Realidad…
Las historias de amor, de romanticismo y de sexo, muchas de ellas las he vivido directamente, otras me las han contado, pero de cualquier manera, son reales… Aunque me haya permitido ciertas licencias, a la hora de cambiar los nombres… y algunas ubicaciones… Claudia, mi amor, existe, aunque no se llama así… Hay un compañero de la UCM por quien siento algo muy especial, pero no se llama Antonio… La novia de mi hermano existe, aunque no se llama Magnolia, y es una de mis mejores amigas… Y en lo que se refiere a Linda, Rocinante o Cachivache… Bueno, tú decides la credibilidad que debes concederme…
De cualquier manera, “querida lectora constante”, espero que una vez más, disfrutes del camino…
Beatrice Golden.






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